jueves, 7 de junio de 2007

Oraciones y afirmaciones de paz interna

Abro mi corazón a Ti, querido Dios, y permito que Tu paz llene mi ser.
En Tu presencia, siento paz, serenidad, confianza y fortaleza.
Siento calma bajo Tu cuidado amoroso, querido Dios, y entrego todas mis inquietudes a Ti, sabiendo que me apoyas y sustentas en todo lo que hago.
Dios, al mantener mi corazón y mente centrados en Ti, siento que Tu paz infunde mi ser entero dándome serenidad y seguridad.
Amado Dios, Te entrego todo sentimiento de confusión.
En la comodidad de Tu presencia, siento alegría y serenidad.
Dios, Tu presencia me calma y tranquiliza todo a mi alrededor dirigiéndome a un lugar de perfecta paz.
Al centrarme en Tu presencia serena, dejo ir toda inquietud y me siento protegido por Tu amor.

Afirmaciones de paz interna

El amor de Dios calma mis pensamientos
y me infunde paz de mente y corazón.

Siento serenidad y seguridad en la presencia de Dios,
y mi corazón está sereno.

La presencia de Dios en mí
es mi centro de perfecta paz.

Siento confianza y calma,
sabiendo que Dios me acompaña siempre.

Dios en mí es mi constante fuente de paz y fortaleza.
Me relajo, entrego todo pensamiento ansioso
y descanso tranquilo en la presencia de Dios.

martes, 5 de junio de 2007

Espacio Sagrado - Oración Diaria en línea

Los hermanos jesuitas de irlanda nos brindan esta interesante página con una oración para cada día, una oración que nos ayuda a reflexionar, meditar y acercarnos cada vez más a Dios.
Espacio Sagrado - Oración Diaria en línea

lunes, 4 de junio de 2007

ORACIONES DE SANACION

Paz en la Tormenta: ORACIONES

Jesús está Vivo


Por el Padre Emiliano Tardiff



Sugerimos que esta oración por la curación de nuestra memoria se haga en un lugar apartado, lejos de toda distracción. Recítese de manera lenta, en voz alta, haciendo suya cada palabra de la siguiente oración:



Padre de bondad,

Padre de amor,

te bendigo,

te alabo y te doy graciasporque por amor nos diste a Jesús.
Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu

comprendemos que El es la luz,

la verdad y el buen pastor,

que ha venido para que tengamos vida

y la tengamos en abundancia.
Hoy, Padre, me quiero presentar delante de Tí, como tu hijo.

Tú me conoces por mi nombre.

Pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida.

Tú conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia.
Tú conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho.

Conoces también lo que hice o me hicieron lastimándome.

Tú conoces mis limitaciones, errores y mi pecado.
Conoces los traumas y complejos de mi vida.
Hoy, Padre, te pido que por el amor que le tienes a Tu Hijo Jesucristo,

derrames Tu Santo Espíritu sobre mí,para que el calor de tu amor sanador,

penetre en lo más íntimo de mi corazón.
Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas

sáname aquí y ahora de mi alma, mi mente,

mi memoria y todo mi interior.
Entra en mí, Señor Jesús, como entraste en aquella casa

donde estaban tus discípulos llenos de miedo.
Tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste:"Paz a vosotros".

Entra en mi corazón y dame Tu paz.

Lléname de amor.
Sabemos que el amor echa fuera el temor.
Pasa por mi vida y sana mi corazón.

Sabemos, Señor Jesús, que Tú lo haces siempre que te lo pedimos,

y te lo estoy pidiendo con María mi Madre,

la que estaba en las bodas de Caná cuando no había vino

y Tú respondiste a su deseo, transformando el agua en vino.
Cambia mi corazón y dame un corazón generoso,

un corazón afable, un corazón bondadoso, dame un corazón nuevo.

Haz brotar en mí los frutos de tu presencia.

Dame el fruto de tu Espíritu que es amor, paz, alegría.

Haz que venga sobre mí el Espíritu de las bienaventuranzas,

para que pueda saborear y buscar a Dios cada día,

viviendo sin complejos ni traumas

junto a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.
Te doy gracias, Padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida.

Te doy gracias de todo corazón porque Tú me sanas,

porque Tú me liberas, porque Tú rompes las cadenas y me das la libertad.
Gracias, Señor Jesús, porque soy templo de Tu Espíritu

y este templo no se puede destruir porque es la Casa de Dios.
Te doy gracias, Espíritu Santo, por la Fé.

Gracias por el amor que has puesto en mi corazón.

¡Qué grande eres, Señor Dios Trino y Uno!

Bendito y alabado seas, Señor.


FUENTE: Tomado del folleto del mismo nombre, publicado por la Comunidad Siervos de Cristo Vivo en Miami, U.S.A.

Jesús está Vivo

Por el Padre Emiliano Tardiff

Sugerimos que esta oración por la curación de nuestra memoria se haga en un lugar apartado, lejos de toda distracción. Recítese de manera lenta, en voz alta, haciendo suya cada palabra de la siguiente oración:

jueves, 31 de mayo de 2007

ORACION EN TIEMPOS DE TENTACION



Estoy preso de todas las pasiones del alma a la vez en todas sus formas y con tanto ardor que, aunque los demonios no se me acerquen ni me asalten desde fuera, voy por mi propia inclinación hacia ellas y caigo lamentablemente. Incluso las fallas que he cometido, no las he rechazado voluntariamente sino que, en el fondo, si no he caído en ellas es porque no he tenido ocasión de hacerlo. Mis dias no sólo son cortos sino que además estan sometidos a la enfermedad, ala debilidad, a la maldad... Me siento atraído por todos los pecados y estoy dispuesto a cometerlos cuanto antes. En verdad, soy mucho peor que los mismos demonios.Pero Señor, no hay nada mayor que la compasión con que nos salvas, ya que Tú la derramas sin ninguna reserva. Dame la fuerza, la sabiduria y todo lo que me corresponde hacer para que me arrepienta como debo de los pecados que he cometido, y haz que me serene la visión de tu Rostro, Maestro, Vida suprema, Vida bienaventurada, Goce continuo de los justos más allá del mundo, impensable Amor absoluto.
Amor del hombre y Misericordia inefable. Colma con tu gran y maravillosa compasión a mi alma que te dice:" Ten piedad, Señor, Tú que perdonas"
Ten, pues, piedad de mí, Jesús,Tú que eres nuestro Padrey la fuente de la compasión

martes, 29 de mayo de 2007

Plegaria de Sanación Interior


Plegaria de Sanación Interior, por el Padre Gabriel Amorth (Presidente de la Asociación Internacional de Sacerdotes Exorcistas, Diócesis de Roma)

Señor Jesús, Tú has venido a curar los corazones heridos atribulados...!

Oración por la Familia


Date un tiempo para escuchar y consagrar tu familia a Dios

Oración de Sanación de Heridas Ocultas


Oración Exorcismo de San Benito






La medalla, de un lado, representa la imagen de la cruz y del otro la de san Benito.

En los cuatro ángulos de la cruz se hallan grabadas estas iniciales: C.S.P.B., que significan: Crux Sancti Patris Benedicti, Cruz del Santo Padre Benito.

En las líneas vertical y horizontal y alrededor de la Cruz se leen, en el siguiente orden, estas otras iniciales, cuyas palabras componen la oración o exorcismo:

  • C.S.S.M.L. : Crux Sancta Sit Mihi Lux. La Santa Cruz sea mi luz.
  • N.D.S.M.D.: Non Draco Sit Mihi Dux. No sea el demonio mi guía.
  • V.R.S.: Vade Retro Satana. Retírate, Satanás.
  • N.S.M.V.: Nunquam Suadeas Mihi Vana. No me aconsejes vanidades
  • S.M.Q.L.: Sunt Mala Quae Libas. Son malas las cosas que brindas.
  • I.V.B.: Ipse Venena Bibas. Bebe tú esos venenos.


Como todo signo sagrado, y en virtud de ostentar la Cruz que es el instrumento de nuestra salvación, la medalla de San Benito recuerda al fiel que la lleva con devoción la presencia constante de Dios y su protección, a la vez que lo preserva de las tentaciones y lo guía y alienta en su vida. Por tener grabada en la cruz un exorcismo, es un eficaz arma contra el demonio y sus acechanzas.

Como Hacer la oración (signo de cruz) En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Santa Cruz del Padre Benito.La Santa Cruz sea mi Luz. No sea el dragón mi guía. Apártate, satanás; no sugieras cosas vanas; venenosa es tu carnada, bebe tú mismo el veneno. Paz.
(signo de cruz)En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Oración de Sanación Interior


P. Emiliano Tardiff m.s.c


Sugerimos que esta oración por la curación de nuestra memoria, se haga en un lugar apartado, lejos de toda distracción. Recítese de manera lenta, en voz alta, haciendo propia cada palabra.

Padre de bondad, Padre de amor, te bendigo, te alabo y te doy gracias porque por amor nos diste a Jesús. Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu comprendemos que Jesús es la luz, la verdad y el buen Pastor, que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia. Hoy Padre, quiero presentarme delante de Ti, como tu hijo.
Tú me conoces por mi nombre. Pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida. Tú conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia. Tú conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho. Conoces también lo que hice o me hicieron lastimándome. Tú conoces mis limitaciones, mis errores y mi pecado. Conoces los traumas y complejos de mi vida.
Hoy, Padre te pido que por el amor que le tienes a tu Hijo Jesucristo, derrames tu Santo Espíritu sobre mí, para que el calor de Su Amor sanador, penetre en lo mas íntimo de mi corazón. Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas, sáname aquí y ahora, de mi alma, mi mente, mi memoria y todo mi interior.
Entra en mí, Señor Jesús, como entraste en aquella casa donde estaban tus discípulos llenos de miedo. Tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste: ”Paz a vosotros”. Entra en mi corazón y dame tu paz. Lléname de amor. Sabemos que el amor echa fuera el temor. Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Sabemos, Señor Jesús que Tú lo haces siempre que te lo pedimos, y te lo estoy pidiendo con María, mi Madre, la que estaba en las bodas de Caná cuando no había vino y Tú respondiste a su deseo, transformando el agua en vino. Cambia mi corazón y dame un corazón generoso, un corazón afable, un corazón bondadoso, dame un corazón nuevo.
Haz brotar en mí los frutos de tu presencia. Dame el fruto de tu Espíritu que es amor, paz, alegría. Haz que venga sobre mí el Espíritu de las bienaventuranzas, para que pueda saborear y buscar a Dios cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.
Te doy gracias Padre, por todo lo que estás haciendo hoy en mi vida, te doy gracias de todo corazón porque Tú sanas, porque Tú me liberas, porque Tú rompes las cadenas y me das la libertad.
Gracias Señor Jesús, porque soy templo de tu Espíritu y este templo no se puede destruir porque es la casa de Dios. Te doy gracias Espíritu Santo por la fe, gracias por el amor que has puesto en mi corazón. ¡Qué grande eres, Señor Dios Trino y Uno! Bendito y alabado seas Señor.

Oración de Sanación Física

Padre. Emiliano Tardiff

Sugerimos que esta oración se lleve acabo en un lugar solitario, apartado de toda distracción, teniendo la Fe que el Señor nos escucha siempre que le hablamos. Recítese de manera lenta, en voz alta haciendo propia cada frase.

Señor Jesús, Creo que estás vivo y resucitado. Creo que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de los que en Ti creemos. Te alabo y te adoro. Te doy gracias, Señor, por venir hasta mí, como pan vivo bajado del cielo. Tú eres la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos. Hoy quiero presentarte todas mis enfermedades, porque Tú eres el mismo, ayer, hoy y siempre. Y Tú mismo me alcanzas hasta donde estoy. Tú eres el eterno presente y Tú me conoces...
Ahora Señor te pido que tengas compasión de mí. Visítame a través de tu Evangelio para que todos reconozcan que Tú estás vivo en tu Iglesia hoy, y que se renueve mi fe y mi confianza e ni. Te lo suplico Jesús.
Ten compasión de mis sufrimientos físicos, de mis heridas emocionales y de cualquier enfermedad de mi alma. Ten compasión de mí, Señor. Bendíceme y haz que vuelva a encontrar la salud. Que mi fe crezca y me abra a las maravillas de Tu Amor, para que también sea testigo de tu poder y de tu compasión.
Te lo pido, Jesús, por el poder de tus Santas Llagas, por tu santa Cruz y tu preciosa Sangre. Sáname Señor, sana mi cuerpo, sana mi corazón, sana mi alma. Dame vida y vida en abundancia. Te lo pido por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, la que estaba presente, de pie, cerca de la cruz. La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos diste por Madre.
Tú nos has revelado que ya has tomado sobre Ti todas nuestras dolencias, y por tus santas llagas hemos sido curados. Hoy Señor, te presento en fe todas mis enfermedades y te pido que me sanes completamente. Te pido por la gloria del Padre del cielo, que también sanes a los enfermos de mi familia y a mis amigos.
Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para gloria de Tu Nombre. Para que tu reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor. Todo esto te lo pido Jesús, porque Tú eres Jesús.
Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas de tu rebaño. Estoy tan seguro de tu amor, que aún antes de conocer el resultado de mi oración en fe, te digo: Gracias Jesús, por lo que Tú vas a hacer en mí y en cada uno de ellos. Gracias por las enfermedades que Tú estás sanando ahora, gracias por los que Tú estás visitando con tu misericordia.

Paciencia



Hijo, si emprendes en serio el camino de Dios, prepara tu alma para las pruebas que vendrán; siéntate pacientemente ante el umbral de su puerta
aceptando con paz los silencios, ausencias y tardanzas a las que El quiera someterte, porque es en el crisol del fuego donde se purifica el oro.
Señor Jesús, desde que pasaste por este mundo teniendo la paciencia como vestidura y distintivo, es ella la reina de las virtudes y la perla más preciosa de tu corona.
Dame la gracia de aceptar con pazla esencial gratuidad de Dios, el camino desconcertante de la Gracia y las emergencias imprevisibles de la naturaleza.
Acepto con paz la marcha lenta y zigzagueante de la oración y el hecho de que el camino para la santidad sea tan largo y difícil.
Acepto con paz las contrariedades de la vida y las incomprensiones de mis hermanos, las enfermedades y la misma muerte, y la ley de la insignificancia humana, es decir: que, después de mi muerte, todo seguirá igual como si nada hubiese sucedido.
Acepto con paz el hecho de querer tanto y poder tan poco, y que, con grantes esfuerzos, he de conseguir pequeños resultados.
Acepto con paz la ley del pecado, esto es: hago lo que no quiero, y dejo de hacer aquello que me gustaría hacer.
Dejo con paz en tus manos lo que debiera haber sido y no fui, lo que debiera haber hecho y no lo hice.
Acepto con paz toda impotencia humana que me circunda y limita.
Acepto con paz las leyes de la precariedad y de la transitoriedad, la ley de la mediocridad y del fracaso, la ley de la soledad y de la muerte.
A cambio de toda esta entrega, dame la Paz, Señor.

Amén.-

Autor: Ignacio Larrañaga

lunes, 28 de mayo de 2007

Pido al Señor abra mis oídos...

Señor,
abre mis oídos a lo que quieras de mí,
ante mi desconfianza, dame seguridad,
cuando no te escuche, insiste una vez más,
si aún no te hago caso, envíame una señal,
¡susúrrame al oído! ¡háblame en sueños!
¡grítame fuerte! ¡muéstrate descaradamente!
¡dame pruebas! ¡haz lo que sea necesario!
¡vence mi terquedad y logra lo que quieras de mí!

Amén.-
Fuente: Biblia de los Jóvenes

Himno a la Caridad



Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como campana que suena o platillo que retumba.
Y aunque tuviera el don de hablar de parte de Dios y conciencia de todos los misterios y toda la ciencia; y aunque mi fe fuera tan grande como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy.
Y aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es paciente y bondadoso; no tiene envidia ni orgullo ni arrogancia.
No es grosero ni egoísta, no se irrita ni es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino que encuentra su alegría en la verdad.
Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca pasará. Terminará el don de hablar de parte de Dios, cesará el don de expresarse en lenguaje misterioso, y desaparecerá también el don del conocimiento profundo.
Porque ahora conocemos de modo imperfecto, lo mismo que es imperfecta nuestra capacidad de hablar de parte de Dios; pero cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, razonaba como niño; al hacerme hombre, he dejado las cosas de niño.
Ahora vemos por medio de un espejo y oscuramente, pero un día conoceré como Dios me conoce.
Ahora permanecen estas tres cosas: LA FE, LA ESPERANZA, EL AMOR, pero la más excelente de todas es el AMOR.-


Autor: San Pablo Apóstol

Iª Carta a los Corintios 13

Momentos de Depresión



Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado? De improviso, cincuenta atmósferas han caído sobre mí, y no sé a dónde huir, ni tengo ganas de vivir. ¿Dónde estás Señor?
Arrastrado como un desvalido hacia un erial inerte, sólo sombras rodean mis fronteras. ¿A dónde salir? Piedad, Dios mío.
¡Póbre ángel sin alas!, abandonado sobre caminos olvidados y cubiertos de niebla. ¿Dónde estoy? Estoy en el fondo del mar y no puedo respirar.¿Donde se escondió la luz?¿Arde todavía el sol?.
Peor que el vacío y la nada, ¿qué es esto? Simplemente horros de sentirse hombre. Dios mío ¿por qué no me borras de la lista de los vivientes?
Como una ciudad sitiada, me cercan y aprietan y ahogan la angustia, la tristeza, el amargor y la agonía.¿Cómo se llama esto?¿Náusea?¿Tedio de la vida? La desolación extiende sus grises alas de horizonte a horizonte.
¿Dónde está la puerta de salida? Pero ¿hay salida? Tú eres, sólo Tú eres mi salida, Dios mío.
No me olvido, Jesús, Hijo de Dios y Siervo del Padre que allá en Getsemaní, bajo el clamor de los olivos y a la luz de la luna, el tedio y la agonía te estrujaron hasta verter lágrimas de sangre;
y recuerdo que una pesada triseza de muerte inundó tu interior como un mar amargo. Pero todo pasó.
Yo sé que también mi noche pasará. Sé que rasgarás estas tinieblas, Dios mío, y mañana amanecerá la consolación. Caerán las gruesas murallas y de nuevo podré respirar. Mañana mismo mi pobre alma será visitada y volveré a vivir.
Y diré: gracias, mi Dios, porque todo fue una pesadilla; sólo la pesadilla de una noche que ya pasó. Mientras tanto, dame paciencia y esperanza. Y hágase tu voluntad, Dios mío.

Amén.-


Autor: Igmacio Larrañaga

Invocación al Espíritu Santo para antes de estudiar





Tú, principio eminentísimo,
que eres llamado fuente de luz y sabiduría,
difunde tu claridad sobre las dos tinieblas de mi mente con las cuales he nacido
removiendo ambas,
las del pecado y la ignorancia.
Tú, que haces elocuente la lengua de los niños,
habilita la mía y pon tu bendición sobre mis labios.
Dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
facilidad y método para aprender,
sagacidad para interpretar
y tu abundante ayuda para hablar.
Muéstrame el ingreso,
dirige mi progreso,
concédeme el éxito.
Tú, verdadero Dios y verdadero hombre,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.


Amén.