lunes, 28 de mayo de 2007

Pido al Señor abra mis oídos...

Señor,
abre mis oídos a lo que quieras de mí,
ante mi desconfianza, dame seguridad,
cuando no te escuche, insiste una vez más,
si aún no te hago caso, envíame una señal,
¡susúrrame al oído! ¡háblame en sueños!
¡grítame fuerte! ¡muéstrate descaradamente!
¡dame pruebas! ¡haz lo que sea necesario!
¡vence mi terquedad y logra lo que quieras de mí!

Amén.-
Fuente: Biblia de los Jóvenes